domingo, 4 de mayo de 2014

La clave es la democracia

La clave del asalto que estamos sufriendo era acabar con la poca democracia que habíamos logrado. Por poca que fuera, era muy peligrosa, y nos había proporcionado los pocos recursos de contrapoder que habíamos logrado, en especial una sanidad de mucha calidad aunque mal financiada, unas pensiones razonables y una universidad pública que poco a poco conseguía hacerse hueco en el mundo. Por eso cuando llegaron al poder lo tenían claro y lo primero que hicieron fue tomar los medios de comunicación. Empezaron por TVE y las autonómicas públicas para después seguir por todos los periódicos que se editan en papel y que tienen la mayor capacidad de influencia. Después han ahondado en las agencias de regulación, las de control de cuentas y especialmente el poder judicial. Revelador es lo que ha hecho Cospedal en Castilla-La Mancha: ha eliminado el control institucional de la cámara de cuentas y del defensor del pueblo, ha herido de muerte el del parlamento transformando a los parlamentarios de la oposición en individuos que solo pueden hacer su papel de control en sus ratos libres y por último, ha eliminado el control de la ciudadanía, reduciendo la representación de las circunscripciones que no le votan.
El objetivo de toda esta operación es mantener la tradicional apropiación de rentas de los grupos de poder españoles. Su principal fuente de renta es el sector público. De manera directa, a través de la construcción de aeropuertos sin aviones o de manera indirecta, a través de monopolios que generan un "impuesto" inmenso que no pasa por ningún parlamento. Ellos saben que la democracia, por poca que sea, supone un gran peligro para que el mantenimiento de esta situación, por eso su prioridad era acabar con ella.

jueves, 1 de mayo de 2014

El miedo a perder lo que tenemos

A partir de ahora vamos a escuchar continuas apelaciones a la seguridad. El sistema va a defenderse apelando al miedo que tienen las clases medias a perder lo poco que ya les va quedando. Se inicia una guerra descarnada en la que nos van a repetir hasta la saciedad lo que ya Cospedal nos indicó: “o el PP o la nada” aunque será un PP ampliado con buena parte del sector dirigente del PSOE. Esas mismas clases medias deben pensar con detenimiento lo que está ofreciéndole este régimen en clara decadencia y si el miedo a romper con él le compensa de todo lo que está aguantando.