jueves, 25 de octubre de 2012

El día que alcanzamos la mayoría de edad


Ese día fue el 23 de agosto de 2011 y fue el día en que nuestro parlamento reformó el artículo 135 de la constitución, sin preguntarnos y sin que hubiese estado en ninguno de los programas electorales de ninguno de los 2 partidos que promovieron tal reforma. Ese día nos hicimos mayores y como tales nos empezamos a cuestionar muchas de las cosas que nunca habíamos dudado que eran verdades verdaderas, y que ahora aprendimos que en realidad, eran mentiras.

Ese día aprendimos que la constitución no era muy difícil de cambiar. Nos habían dicho que el mecanismo para modificarla era endiablado y que esa rigidez era uno de sus principales debilidades, pero que como no se podía cambiar, teníamos que aceptar las partes del texto que no nos gustaban. Sin embargo, ese día supimos que en menos de un mes se podía hacer una modificación, que al contrario de lo que nos dijeron entonces aunque que ya lo no creímos, sí que tenía un grandísimo calado. Desde ese momento nuestra norma principal establece que el uso prioritario de los recursos del país es pagar a los bancos extranjeros, por delante de la satisfacción de nuestras necesidades.

Ese día también dejamos de creer en los reyes…y para que nos reafirmáramos, poco después ellos mismos nos demostraron que no eran magos, ni mucho menos. Dejamos de creer que la transición había sido modélica o que nuestra constitución había sido una victoria de los sectores progresistas. Dejamos de ridiculizar lo del atado y bien atado y empezamos a cuestionar a todas las instituciones. Y como todos los adultos, una vez que habíamos alcanzado la madurez, elegimos nuestro camino, que resultó diferente al que nuestros padres habían elegido para nosotros. La consecuencia de ello fue que un sector de la población, que ya no era marginal, dejó de intentar cambiar al gobierno para pasar a intentar cambiar la constitución. Los españoles que ya nos habíamos hecho adultos, nos dimos cuenta que la democracia que nos habían dado no era casi democracia y que nuestro sistema de representación, no nos representaba. En ese momento surgió el deseo de cambiarlo todo…y en eso estamos.