jueves, 21 de junio de 2012

El estado de la nación (sin debate)

Es totalmente indigno que el presidente del gobierno no haya dado ni una sola vez explicaciones a la ciudadanía. Ni lo vaya a hacer en el futuro, porque parece que sus asesores le han dicho que ZP se abrasó con tanta comparecencia en el Parlamento. Al menos la crisis nos está revelando la podredumbre de las instituciones que disponemos y la necesidad de reformarlas en profundidad. Esas son las reformas urgentes que nuestra sociedad precisa y no la demolición, incontrolada, que el gobierno está haciendo de nuestro ya mínimo estado del bienestar. Debemos transformarlas en órganos que de verdad nos representen. Sólo así podrán dar respuestas a las necesidades y preferencias de la mayoría de los ciudadanos y no hacer un "lo que hay que hacer" dictado por la clase social para la que no hay crisis. Exijamos una democracia de calidad, condición necesaria para salir de esta crisis y exijamos a nuestro presidente que nos explique por qué tenemos que pagar una fiesta, de magnitudes inimaginables a la que sólo han ido 4.

domingo, 10 de junio de 2012

La extremada debilidad del gobierno de Rajoy


¿Cómo es posible que un gobierno que llegó al poder hace menos de 6 meses, acaparando el mayor poder central, autonómico y local, que un partido nunca haya alcanzado en nuestra democracia, adolezca de una extrema debilidad? ¿cómo puede estar frente a las cuerdas un gobierno  apoyado por una enorme mayoría absoluta enfrentado a una oposición casi inexistente?:
·         La respuesta está en la falta de legitimidad para hacer lo que está haciendo. Por supuesto que goza de legalidad, y que es el gobierno de todos los españoles salido de unas elecciones libres. Éstas constituyen una rareza en la historia de nuestro país, por lo que hay que defenderlas con todas nuestras fuerzas. Sin embargo, únicamente el 30% de los españoles con derecho a voto apoyó al Partido Popular, por lo que el “no nos representan” está bastante fundamentado.
·         Pero además, el gobierno ha incumplido todas y cada una de las promesas con las que se alzó con el triunfo electoral, destrozando el pacto con la ciudadanía que supone la democracia. La base de ésta es que la soberanía reside en el pueblo, pero el gobierno lo ha engañado desde el principio, por tanto, el mandato que le dimos se ha roto en mil pedazos. Las promesas de centrar la legislatura en la lucha contra el paro y en la defensa de nuestro modelo social, se han pasado por alto totalmente desde el mismo momento que el gobierno tomó posesión.
·         Por último, la razón por la que se ha actuado de esta manera ha saltado por los aires este fin de semana, cuando hemos pasado a estar intervenidos. El supuesto saber hacer que iba a impedir la intervención había sido la excusa que había amparado tomar decisiones que la ciudadanía no compartía, pero que supuestamente era preciso tomar. Pero resulta que también eso ha resultado ser mentira. Todas esas decisiones dolorosas y que nadie quería ni aceptaba no han servido para mantener nuestra soberanía, y la intervención ha desautorizado totalmente a este gobierno, que ha hecho de la mentira una práctica habitual.
Todo ello explica la extrema debilidad del gobierno. El gobierno sabe que no tiene ninguna legitimidad para hacer lo que hace y que la ciudadanía, de la que ha recibido el mandato para gobernar, no quiere que tome las decisiones que está adoptando. El gobierno sabe perfectamente que a pesar de que la legislatura acaba de empezar, se mueve por el filo de la navaja porque está subvirtiendo el sistema democrático, con las consecuencias que esto acarreará.